Eliminar las deudas con Hacienda y Seguridad Social

La Ley de la Segunda Oportunidad funciona como un balón de oxígeno para todas aquellas personas que no pueden pagar sus deudas pendientes. Con esta ley, cualquier particular o autónomo que esté atravesando una situación económica grave puede eliminar una parte o la totalidad de sus deudas.

Pueden exonerarse todo tipo de deudas privadas: préstamos bancarios, microcréditos, tarjetas de crédito, hipotecas, proveedores, etc. Pero también pueden eliminarse las deudas públicas con Hacienda y Seguridad Social.

Para acogerse a este procedimiento hay que reunir toda la información necesaria que refleje la situación de insolvencia del deudor y presentarla ante el órgano pertinente. Si se trata de un particular, hablamos de la Notaría; en caso de ser autónomo o empresario, se entrega ante el Registro Mercantil o la Cámara de Comercio. Toda esta documentación puede reunirse más fácilmente con la ayuda de un abogado experto, que asesorará al deudor durante todo el procedimiento legal para alcanzar el éxito.

Una vez se ha aceptado el expediente del deudor, se da inicio al procedimiento de Ley de Segunda Oportunidad, dividido en dos fases principales:

• Una primera fase extrajudicial, donde se negocia con todos los acreedores para llegar a un nuevo acuerdo y eliminar una parte de las deudas. En estas negociaciones extrajudiciales es muy recomendable estar acompañado de un experto en materia jurídica para llegar a un acuerdo justo.
• Una segunda fase judicial, solamente disponible si se ha intentado llegar a un acuerdo en la fase previa, donde se solicita la cancelación del 100% de las deudas.

En el caso de las deudas con Hacienda y Seguridad Social, este tipo de deudas se eliminan en la segunda fase del procedimiento.

Cuando se aprobó la Ley de la Segunda Oportunidad en el año 2015, las deudas con Hacienda y Seguridad Social no podían eliminarse. No aparecía en el texto ninguna referencia explícita a la cancelación de deudas de este tipo, y solamente podían eliminarse las deudas privadas con entidades financieras y particulares.

Sin embargo, gracias a la interpretación de los jueces de este país y la sentencia del Tribunal Supremo de julio de 2019, ya pueden eliminarse las deudas con Hacienda y la Seguridad Social. Esta sentencia sentó jurisprudencia para muchos casos posteriores, que lograron eliminar sus deudas públicas mediante este procedimiento.

Esto significa que sí pueden eliminarse las deudas con Hacienda y Seguridad Social mediante la Ley de la Segunda Oportunidad desde 2019. Es este cambio en la aplicación de la ley el que ha generado incertidumbre sobre la cancelación de este tipo de deudas.

Estas sentencias judiciales han ampliado la capacidad de los juzgados a la hora de eliminar las deudas contraídas con Hacienda y Seguridad Social. Y es que esta ley fue diseñada para otorgar la posibilidad de encarrilar nuevamente la vida de una persona sobreendeudada. Este principio básico fue el que hizo que estos jueces permitieran también la exoneración de las deudas con Hacienda y Seguridad Social. De lo contrario, estas deudas impedirían tener esa verdadera segunda oportunidad.

Para conseguir la eliminación de las deudas contraídas con Hacienda y Seguridad Social, lo mejor es llevar a cabo una estrategia jurídica adecuada durante la fase judicial con la ayuda de un abogado experto. Esto permitirá que el juez apruebe la eliminación definitiva de estas deudas.

Durante la segunda fase del procedimiento de la Ley de Segunda Oportunidad, pueden eliminarse todas las deudas privadas al 100%. A su vez, lo más habitual es que las deudas con Hacienda y Seguridad Social se eliminen al 70%. La suma de ambas partes deja al deudor en una situación económica totalmente nueva, lejos de todas aquellas deudas que no le permitían continuar con su vida.

Para lograr esta cancelación de deudas primero debe ejecutarse el concurso de acreedores y liquidar aquellos bienes acordados. En muchos casos, como el deudor no tiene bienes que liquidar, se abre y cierra el concurso en el mismo momento. Una vez el concurso está cerrado, puede solicitarse la eliminación de todas las deudas pendientes. En el caso de las deudas con Hacienda y Seguridad Social, se eliminará el 70% y se fraccionará el pago en cuotas asumibles a 5 años del 30% restante.

Todos los intereses aplicados a estas deudas con Hacienda y Seguridad Social pueden perdonarse al 100%. Esto hace que la deuda restante a pagar disminuya considerablemente, ya que en muchos casos las deudas públicas aumentan mucho en tamaño por los intereses de demora.

Con la nueva sentencia del Tribunal Supremo, el procedimiento de Ley de la Segunda Oportunidad es más completo en cuanto a la exoneración prácticamente total, y la decisión hoy en día estará en manos de los jueces. Por su parte, la administración pública deberá respetar la decisión que emita el juez.

Este tipo de deudas siempre han sido objeto de debate jurídico, y por eso muchas personas no tienen claro si pueden o no eliminarse con esta ley. La respuesta es que sí.

En el año 2020 ha habido un nuevo cambio en la eliminación de deudas con Hacienda y Seguridad Social. El texto actualizado de la Ley Concursal de septiembre de 2020 ahora hace referencia a la exclusión de las deudas públicas de este procedimiento. Esto contrasta totalmente con las sentencias del Tribunal Supremo, que considera que estas deudas son un enorme lastre para autónomos y particulares que quieren levantar cabeza. Por ello, muchos juzgados han optado por continuar con la exoneración de las deudas con Hacienda y Seguridad Social.

Desde la introducción de este nuevo texto, los Juzgados Mercantiles han continuado incluyendo las deudas públicas en los procesos de Ley de la Segunda Oportunidad. Por ello, han sido muchos los jueces mercantiles que consideran que este texto refundido solo se limita a alterar la literalidad de los textos. Su objetivo no es más que eliminar cualquier posible duda en su interpretación, pero no afecta a los preceptos judiciales. En definitiva, la exoneración de deudas públicas sigue siendo totalmente factible y real.

La Ley de la Segunda Oportunidad debe ser una red de apoyo para aquellas personas sobreendeudadas que quieren encarrilar su vida de nuevo, y esto pasa definitivamente por la cancelación de todo tipo de deudas, también las deudas con Hacienda y Seguridad Social.

Por este motivo sigue habiendo muchos casos de éxito de cancelación de deudas públicas y privadas. Tal y como cita la propia Ley de la Segunda Oportunidad, “es misión de los poderes públicos no cejar nunca en el empeño de ofrecer las mejores soluciones posibles a todos los ciudadanos, a través de las oportunas reformas encaminadas al bien común, a la seguridad jurídica y, en definitiva, a la justicia”.

La Ley de la Segunda Oportunidad tiene muchos otros beneficios cuando nos acogemos al procedimiento. Exponemos algunos de los más importantes:

• Cancelación parcial o total de la deuda pendiente. Al contrario que con la refinanciación, aquí la deuda total disminuye, no aumenta.
• Eliminación del deudor de los diferentes registros de morosidad.
• Detención de las llamadas de acoso y cartas de cobro de los acreedores.
• Congelación de todos los intereses por demora generados por las deudas pendientes.
• Interrupción de todos los embargos presentes y futuros.
• Protección jurídica desde el primer momento.

Este procedimiento de cancelación de deudas se ampara en la Ley de la Segunda Oportunidad, aprobada en el BOE como la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social.
Del mismo modo, este procedimiento concursal también se ampara en la Ley Concursal 22/2003, de 9 de julio.