¿Cuándo prescriben las deudas en España? Todo lo que tienes que saber
Todos hemos tenido, en algún momento, una situación en la que necesitábamos cierta cantidad de dinero. En estos casos, la opción más conveniente es pedir un préstamo, ya sea a una entidad bancaria o a una persona. Sin embargo, deber dinero genera un compromiso económico y moral con nuestros prestamistas.
Las deudas son una acción bastante común, pero lo que no todos saben es que las deudas prescriben. Es decir, al pasar un tiempo determinado, las deudas se extinguen o cancelan.
¿Cuándo prescribe una deuda? ¿Cómo saber si una deuda ha prescrito en España? En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la prescripción de deudas.
¿Cuáles son las formas en las que se extinguen las deudas?
Estas son las formas más comunes por las que se puede extinguir una deuda:
- La forma más común y conocida de terminar con una deuda es pagando la cantidad acordada.
- Pero también puede eliminarse la deuda mediante la prescripción de la deuda. Esta acción se aplica al transcurrir un tiempo determinado, donde la deuda es cancelada sin que el deudor haya pagado.
- Asimismo, también puede llevarse a cabo la extinción de la deuda por insolvencia del deudor. Esto se consigue a través del procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad (Ley 25/2015), en el caso de las personas físicas (particulares y autónomos).
- Con respecto a los compromisos económicos con organismos legales, como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, a menudo se efectúa la compensación. Esto significa que la cantidad monetaria que se debe se compensa con la suma que recibiría por devolución del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
- Por último, la manera menos frecuente de extinción ocurre cuando el acreedor sencillamente condona la deuda.
No esperes a que las deudas prescriban, elimínalas por lo legal
¿Cuándo prescriben las deudas en España?
Seguramente te has preguntado cuándo prescriben las deudas en España. Dependiendo del tipo de deuda, el Código Civil fija un plazo no mayor a 5 años para la extinción de la misma.
Cabe destacar que esta medida sólo aplica para aquellas deudas que no establecen explícitamente un plazo definido.
Sin embargo, sí existen períodos concretos para cada tipo de deudas. Aquí tienes algunos de estos plazos:
- Las deudas hipotecarias prescriben a los 20 años.
- Las deudas con Hacienda prescriben a los 4 años.
- Las deudas con la Seguridad Social prescriben a las 4 años.
- Las deudas de préstamos bancarios no hipotecarios prescriben a los 5 años.
- Las deudas de tarjetas de crédito prescriben a los 5 años.
- Las deudas entre particulares prescriben a los 5 años.
- Por otra parte, para todas aquellas cargas nacidas entre el año 2000 y 2005, el plazo establecido es de 15 años.
- Finalmente, todo lo relacionado con el alquiler de viviendas, pensión y pago de servicios como luz y agua también tiene su período. Está establecido en 5 años como límite antes de extinguirse.
Pero es importante que sepas que no prescriben automáticamente una vez han transcurrido esos plazos, ya que el acreedor de la deuda tiene la potestad de interrumpir ese plazo.
La prescripción de las deudas puede interrumpirse
Es necesario cumplir ciertas condiciones para que se aplique la prescripción. Las más importantes están vinculadas tanto al acreedor como al deudor.
- El acreedor no debe haber recurrido a acciones extrajudiciales o judiciales, como cartas notariales o peticiones de juicio monitorio.
- En cuanto al deudor, no debe haber aceptado ni reconocido de manera expresa alguna deuda pendiente por pagar.
Si tiene lugar alguna de estas acciones, la deuda no prescribirá en el plazo señalado. Y lo más habitual es que esto sea lo que ocurre.
¿Cómo se interrumpe la prescripción de una deuda?
Para detener la prescripción lo más habitual es que el acreedor inicie trámites legales, extrajudiciales o judiciales. A través de ellos se reclamará el pago de la deuda. A partir de este momento, la prescripción de la deuda se paralizará. Por lo que es muy habitual que finalmente estas deudas no prescriban sin pasar por procesos judiciales.
Por eso es tan importante conocer la diferencia entre prescripción y caducidad de una deuda.
Siempre es necesario que al deudor se le notifique. De lo contrario, puede extinguirse de nuevo por desinterés del acreedor. Cualquiera que sea la posición en que te encuentres, deudor o acreedor, es de suma importancia que conozcas cuando prescriben las deudas en España.
¿Cómo elimino mis deudas si no prescriben?
En la práctica totalidad de los casos los acreedores que reclaman el dinero inician trámites legales o judiciales. De este modo, interrumpen la posible prescripción de la deuda e inician el proceso de embargo de nuestros bienes. ¿Cómo podemos evitar esta situación?
Es decir, en la práctica es casi imposible que tu deuda llegue a prescribir. Como hemos visto, basta con que te reclamen la deuda para que se interrumpa el plazo de prescripción.
Si tienes deudas que no puedes pagar y te están reclamando el cobro con cartas y acoso telefónico, la Ley de la Segunda Oportunidad es tu solución.
Esta ley fue aprobada en el año 2015 y permite que cualquier persona, sea particular, autónomo o empresario, pueda cancelar sus deudas, siempre que cumpla con los requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Esto ya podían hacerlo las empresas: se declaraban insolventes y acababan reestructurando o eliminando sus deudas a través del concurso de acreedores. Con un procedimiento similar, ahora cualquier persona sobreendeudada puede hacer lo mismo.
Además, desde la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad de 2022 se han abaratado los costes, simplificado los procedimientos y reducido los plazos (máximo 18 meses) para cancelar las deudas.
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